Mientras en casi todos los países América Latina el comercio electrónico se ha disparado impulsado por la pandemia, en Cuba la historia no es tan alentadora ¿Por qué el comercio digital no prospera en el mencionado país?
Jorge Noris nunca recibió la primera compra que hizo en internet y las posteriores tardaron o le llegaron incompletas. En Cuba, la experiencia de comprar en línea en tiempos de pandemia, no resultó, y las autoridades debieron hacer un mea culpa.
“La primera compra no me llegó. Me llamaron como al mes para preguntarme si había llegado”, cuenta este informático de 34 años, que finalmente debió acudir a la tienda por un reembolso.
Padre de un bebé de siete meses y de un niño de tres años, Noris vive en un barrio de la periferia de La Habana, y sostiene que “es muy cómodo desde la casa hacer compras”.
Sus encargos posteriores casi siempre llegaron tarde o le faltaban productos. “Ya he hecho alrededor de 40 y pico compras y he tenido 40 y pico de problemas”, asegura.
Pero en Cuba, donde la tecnología 3G apenas llegó a finales del 2018, las compras en línea son aún una novedad. “Tuenvio.com” fue lanzado en diciembre del 2019, y pertenece al gobierno socialista. En las redes, algunos ingeniosos la llaman de “Tuextravío”.
¿El objetivo? Limitar las colas, que en la isla son recurrentes por la escasez. Bajo embargo de Estados Unidos desde 1962, Cuba importa el 80% de lo que consume.
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Sin embargo, en lo que se ha vuelto una práctica en los últimos meses, muchos cubanos se han visto obligados a hacer filas en las tiendas para formular reclamaciones o recuperar productos que nunca recibieron, más a un en este apagón por internet.
Apagón de internet ahonda el problema
El apagón tecnológico que suspendió el servicio de internet y datos móviles en Cuba tras las manifestaciones antigubernamentales del domingo y hasta el miércoles se ha vuelto intermitente.
Considerando que la mayoría de cubanos no cuentan con un servicio de internet, este apagón ahonda aún más problema. “Estamos en un apagón tecnológico”, dijo Palacios, un ingeniero informático de 27 años que buscaba conectarse en un parque a través de las redes de wi-fi públicas. “Cortaron el internet y se cortan las comunicaciones. Las personas no se pueden poner de acuerdo. Hay muchos servicios… que ahora están parados. En mi caso, qué teletrabajo, me cuesta mucho y las compras que realice por internet. No sé dónde está ni qué pasa con ella”.
A ello, se suman, el envío de remesas que los cubanos reciben de sus familiares en Estados Unidos.