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En América Latina, como en el resto del mundo, la pandemia del COVID-19 afectó de manera alarmante la situación política, económica y social de la región. Muchas han sido las estrategias aplicadas por los diferentes gobiernos, pero aun así la inflación tomó fuerza.
En líneas generales, los economistas resaltan que la recuperación “pospandemia” se vio ralentizada en los últimos meses debido al alza inflacionaria no solo en Latinoamérica, sino en el resto del mundo.
Según el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en 2021 la región reportó una inflación general del 7.2%. Este informe no incluye los países con inflación crónica como Argentina, Haití, Surinam y Venezuela.
El documento resalta que a la economía latinoamericana se le considera la más afectada por la pandemia del coronavirus. Los datos indican que solo creció un 8.2% y las estimaciones para este 2022 están marcadas por las desigualdades económicas entre los países y una desaceleración motivada por la incertidumbre.
“La pandemia ha infligido un daño duradero al crecimiento de las economías en gran parte de la región, lo cual se agrava con los problemas estructurales que tiene nuestra región desde antes de la crisis, estos problemas de baja inversión, de baja productividad y de informalidad”, afirmó la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
Grandes diferencias económicas en América Latina
El continente centro y suramericano presentan una desigualdad económica que se vio afectada aún más por la pandemia. Por un lado, están Brasil, México, Chile y Colombia, que son consideradas las economías más grandes de América Latina y tuvieron un comportamiento superior al techo del rango objetivo de los bancos centrales.
Y por otro, se encuentra la economía de Argentina y Venezuela, donde los factores estructurales previos a la crisis sanitaria persistieron o crecieron de manera considerable.
Para hacer una idea, se presenta un ejemplo con base en los datos obtenidos. En Brasil, el Índice de Precios al Consumidor, (IPC), fue del 10.06% en 2021, superior a la meta del 3.75% del Banco Central y sobrepasó a la del año anterior que fue del 4.52%. También, se aumentó el precio de los combustibles un 49,02% y de la electricidad en 21,21%, a consecuencia de la sequía más fuerte registrada en 100 años.
México registró una inflación del 7.36%, una subida de los costos de los alimentos y del rubro energético. Mientras, Chile registró el 7.20% motivado por la entrega de ayudas económicas y los retiros anticipados del 10% de los fondos de pensiones. En Colombia, el IPC cerró en 5.62%, marcado por el alza de los precios de los alimentos.
América Latina bajo el ojo de los expertos
“En 2021 se produjo una serie de factores que terminaron presionando, como el rompimiento de las cadenas de suministro en logística ante la escasez de insumos y de transporte marítimo, la crisis mundial de contenedores sumado a las medidas de los gobiernos y a que cada país de la región enfrentó factores climáticos y políticos que llevaron a una depreciación del tipo de cambio, paros y protestas sociales”, destaca el economista colombiano y jefe del holding financiero Credicorp Capital, Daniel Velandia, según el medio France24.
“Los costos que han sufrido Venezuela y Argentina están asociados con la pérdida de identidad de independencia, el Ejecutivo termina decidiendo cómo se lleva a cabo la política monetaria. El reto hacia el futuro para estos dos países es un poco más de independencia”, señaló el profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Los Andes, Hernando Zuleta.