Los ingresos por podcast en Spotify alcanzaron los 314 millones de dólares durante los últimos años, según un estudio de terceros publicado el pasado verano. Es una cifra importante para lo que históricamente se ha considerado un medio de nicho y difícil de monetizar. Pero aún palidece en comparación con los 400-500 millones de dólares adicionales que la empresa dice estar dispuesto a gastar en este espacio solo este año.
Dos importantes adquisiciones anunciadas a primera hora de hoy suponen ya un compromiso masivo con la categoría. La compra de Gimlet supuso casi la mitad de esa cifra, con 230 millones de dólares. Aunque no se ha revelado la cifra de la compra de Anchor, no cabe duda de que ha pagado una buena cantidad por esta plataforma de creación y distribución. Que ha recaudado 14,4 millones de dólares hasta la fecha.
Spotify tiende apostar por el podcast con su plataforma
Entonces, ¿qué hace que Spotify esté tan seguro de que será capaz de rentabilizar una inversión tan masiva? Al escuchar a la empresa hablar de ello, el servicio cayó de culo en todo el fenómeno del podcasting. Para ser una de las mayores plataformas de audio del mundo, Spotify llegó notablemente tarde al juego. El podcasting se remonta por lo menos hasta el año 2000, ganando impulso popular alrededor de 2004. Un año después, Apple empezó a dar soporte a esta tecnología con iTunes 4.9.
Tras un largo periodo de pruebas, la plataforma no abrió su programa de envío de podcasts a todos los interesados hasta el pasado mes de octubre. Sin embargo, mientras Spotify lucha por adelantarse al inminente crecimiento de Apple Music. La empresa parece haberse lanzado de repente a los podcasts.
En una entrevista concedida a TechCrunch, el director de I+D de Spotify, Gustav Söderström, admite que la empresa no estaba haciendo un buen trabajo a la hora de ofrecer contenidos de podcast. “La experiencia del usuario era realmente pobre”, dice. “No había un salto de 15 segundos. A pesar de ello, vimos que muchos usuarios escuchaban podcasts. Fue algo inesperado y no entendíamos muy bien por qué. Resultó que la gente realmente quería tener podcasts en Spotify con su música. Si te fijas en la radio, no es tan sorprendente”.