Con un 87 % de participación comercial en la región latinoamericana, el Perú lidera la lista de crecimiento y desarrollo del comercio electrónico, según datos presentados por Euromonitor Internacional en su más reciente estudio, posicionándose por delante de Brasil con un 61 % y Colombia con un 53 %.
Si bien el auge del comercio electrónico se evidenció a raíz de la llegada de la pandemia del COVID-19 debido a las restricciones y medidas de confinamiento, lo cierto es que la tendencia del e-commerce llegó para quedarse.
“Como plataforma educativa para empresas, debemos brindar herramientas que aporten tácticas y estrategias que sean de fácil adaptación a la digitalización, teniendo en cuenta que el e-commerce es una tendencia en constante evolución y debe fortalecerse con nuevos procesos de negocio”, comentó Nicolás Quintero, el growth manager de UBITS.
En este sentido, el estudio destaca la importancia de los vendedores digitales, como un pilar fundamental dentro del sector del comercio electrónico, puesto que son ellos quienes vienen desempeñando una labor relevante gracias a sus capacidades comerciales y constante innovación.
Crecimiento del comercio electrónico en el Perú
Para llegar a las conclusiones sobre el liderazgo del Perú en el e-commerce, se tuvo en cuenta el denominado embudo de ventas, una estructura que organiza las tres fases esenciales para todo negocio: atracción, conversión y retención.
Se entiende por atracción a la acción de llevar a la audiencia o público target a conocer más sobre la tienda online, productos o servicios que se ofrecen. Aquí, se plantean estrategias como generar contenido de valor que informe o entretenga al público objetivo.
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En cuanto a la conversión, consiste en convertir esa atracción o visita en una venta exitosa para el e-commerce. Aquí, aplican las diversas técnicas de innovación en servicios para que los usuarios sientan mayor confianza y accesibilidad en la tienda online.
Finalmente, está la retención, es decir, el punto en el que ya se lograron las ventas. Ahora debe asegurarse que los clientes regresen y puedan repetir una experiencia positiva de compra.
