¿Encriptar mensajes de texto?, ¿Utilizar programas informáticos para crear, guardar y recordar contraseñas?. ¡Lo mínimo que debes hacer!.
Es claro que la protección en la red es una de las principales preocupaciones de todo usuario. Sin embargo, es sólo hasta que ocurren ciberataques como WannaCry y HBO, es que la seguridad vuelve a ser el centro de atención y recuerda a la comunidad, la importancia de contar con herramientas adecuadas para la protección de datos personales.
Según CNBC, los hackers se están especializando en vulnerar sistemas como asistentes de voz, redes corporativas o el sistema operativo iOS, lo que antes parecía imposible, para posteriormente robar o secuestrar la información, no obstante, los cibernautas siempre pueden proteger sus datos personales, sin recurrir a costosas aplicaciones para conseguirlo.
Es por eso que, hoy te presentamos 3 pasos con los que convertirás tu espacio en la web en un frente inquebrantable. ¡Apunta!.
Contraseñas más fuertes. Crear una base de datos sólo de contraseñas es lo más acertado, ya que cada sitio web debe tener una contraseña única, o bien, un gestor de contraseñas. Una buena contraseña tiene que ser larga, complicada, que contenga frases sin coherencia o resúmenes de una sola frase de extraños eventos, además de números y caracteres especiales.
Preguntas de seguridad. Pueden resultar problemáticas porque Internet ha hecho búsquedas de registros públicos simples y las respuestas son sencillas de adivinar. Para investigadores de seguridad de Google, como que un hacker tendría 19.7 por ciento de posibilidades de duplicar la respuesta de un usuario de habla inglesa a la pregunta: “Cuál es tu plato favorito? Con 10 intentos, un atacante tendría un 39 por ciento de posibilidad de adivinar la respuesta de un usuario a la pregunta: ¿Cuál es tu ciudad de nacimiento? Y un 43 por ciento de posibilidades de adivinar tu comida favorita.
¿Es obligatorio cambiar contraseñas? Lo ideal es cambiar las contraseñas de los sitios que contienen información confidencial, especialmente cuando se trata de datos financieros, de salud o de tarjetas de crédito, es decir, no usar la misma contraseña en varios sitios, además de no utilizar tu número de seguro social como nombre de usuario o contraseña. ¡Suerte!.