“La vida es muy corta como para vivir los sueños de alguien más”, decía, Hugh Hefner, creador de la revista clave en la liberación sexual.
Hugh Hefner, el fundador de la revista Playboy, murió este miércoles a los 91 años, al interior de su mansión en California y rodeado de sus seres queridos. La leyenda más grande del erotismo que ha existido en la historia, partió por causas naturales, según información difundida por Playboy Enterprises en un comunicado oficial.
Hoy, con motivo de su partida, no pretendemos concentrarnos en la muerte, sino todo lo contrario: pretendemos celebrar la vida. Por eso, hoy recordaremos cómo evolucionó la trayectoria del empresario que, con tan solo 8.000$ en 1953, hizo que el desnudo se convirtiera en parte del imaginario colectivo estadounidense.
Glenn Lucius y Grace Caroline Hefner, de origen sueco y alemán, fueron quienes dieron vida al pequeño Hugh en Chicago, en abril de 1926.
El legendario editor llegó a ir a la Segunda Guerra Mundial de lado del ejército americano durante sus últimos compases.
Estudió psicología en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y a los 27 años, empezó a trabajar como director de circulación de una revista llamada Children’s Activities. Sin embargo, viendo las posibilidades que le ofrecían las publicaciones en papel, sus sueños empezaron a alzar vuelo.
Pese a tener una crianza muy conservadora, su anhelo era crear una revista de nombre Stag Party (expresión en inglés para referirse a una fiesta de hombres solteros). Tras varios años de ahorro y esfuerzo para reunir dinero con el apoyo de sus amigos (incluida su madre), Hefner consiguió publicar la que sería el primer ejemplar de su revista soñada, la cual llevaría como logo un conejito diseñado por Arv Miller y que sería bautizada, finalmente, como Playboy.
El éxito fue inminente desde su publicación. Hefner había comprado una fotografía inédita de Marilyn Monroe desnuda, que se había tomado en una sesión antes de ser famosa y popular en Hollywood. Así pues, el primer número de la revista contaba con un desplegable impactante de la famosa actriz y una contundente declaración de la filosofía con la que Playboy pretendía cambiar la visión del mundo .
Luego por su portada posaron Sharon Stone, Cindy Crawford, Bo Derek, Pamela Anderson y una infinidad de mujeres más que alimentaban las fantasías eróticas de millones de hombres.
Polémica Feminista
Con hermosas mujeres en sus páginas, la publicación alcanzó pronto enormes cifras de ventas. En ella también podían leerse artículos de gran calidad literaria, como los escritos por Norman Mailer, Ray Bradbury y otros grandes autores la literatura estadounidense en el siglo XX.
El secreto estaba en la combinación de fotografías de bellas modelos desnudas y textos que estimulaban a los lectores de un país en el que el puritanismo tenían enorme peso y en el que estaban prohibidos los anticonceptivos.
La mansión en la que falleció fue durante décadas el símbolo del estilo de vida que Hefner reflejaba en las páginas de su revista. Pese a las críticas de los colectivos feministas que lo acusaban de cosificar a las mujeres, Hefner siempre se presentó como el padrino de la revolución sexual.
“Cuando creó Playboy, lo hizo para defender la libertad personal y sexual en un momento en el que EE.UU. era dolorosamente conservadora. La desnudez jugó un papel en el debate sobre nuestras libertades sexuales”, afirmó la plantilla de Playboy en un comunicado en 2015, al mismo tiempo que dejó de publicar desnudos.
Imágenes osadas y provocadoras
Durante toda su trayectoria, la revista se jactó de lo que consideraba ejemplos de transgresión, como cuando en 1971 llevó a su portada a Darine Stern, la primera mujer afroamericana en posar para espacio tan destacado.
El declive de Playboy coincidió con la superación de muchos de los tabúes de la sociedad estadounidense y el abandono del conservadurismo. Privada de su carácter provocador, la criatura de Hefner perdió también gran parte de su popularidad.
En su larga vida, el controvertido editor tuvo tiempo de casarse tres veces, aunque él presumía de haberse acostado con más de mil mujeres. Tuvo cuatro hijos. Con su última esposa, Crystal Harris, contrajo matrimonio en 2012. Entonces él tenía 86 años y ella 26.
En una entrevista concedida a la AFP en 2003, Hefner dijo que le gustaría “ser recordado como alguien que tuvo un impacto positivo en los cambios en los valores sexuales sociales de su época”.
El plan de Hugh Hefner era ser enterrado en un nicho al lado de la mujer sobre la que fundó su imperio, Marilyn Monroe. Los restos de la actriz descansan en un pequeño cementerio llamado Westwood Memorial Park. En 2009, Hefner dijo que se había enterado de que había un nicho vacío al lado del de la icónica actriz y lo había comprado. Una buena vida, hasta el final. Es decir, ¿quién podría desperdiciar la oportunidad de descansar junto a Marilyn por toda la eternidad?, sin duda, el hombre de la gorra de capitán, no.
