La empresa Telecom Argentina ha anunciado la compra de la filial argentina del grupo español Telefónica, en una operación valorada en US$1.245 millones. Para financiar esta adquisición, Telecom Argentina ha tomado préstamos por un total de US$1.170 millones, procedentes de entidades como BBVA, Deutsche Bank, Banco Santander y el Industrial and Commercial Bank of China.
Este acuerdo se enmarca dentro del proceso de desinversión de Telefónica en su unidad Hispam, que abarca toda Latinoamérica (excepto Brasil) y que comenzó en 2019. Se espera que la presentación de resultados de 2024 de Telefónica brinde más detalles sobre futuras ventas en la región, incluyendo posibles operaciones en Colombia, Argentina, Uruguay y México.
En los últimos días, varios medios han informado que Telefónica ha contratado a JPMorgan para supervisar la venta de sus operaciones en México, mientras que en Uruguay se está considerando la venta de su negocio. En Perú, la compañía ha solicitado someterse a un procedimiento concursal ordinario para reestructurar sus obligaciones financieras.
Telecom Argentina, controlada por Cablevisión Holding y el fondo Fintech Telecom, ha prometido realizar inversiones intensivas en los próximos años. Estas inversiones se centrarán en el despliegue de redes móviles 5G, fibra óptica y en la expansión de servicios de valor agregado como vídeo bajo demanda, internet de las cosas, productos corporativos, tecnofinanzas, comercio electrónico, inteligencia artificial y servicios de nube.
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Desde 2017, Telecom Argentina ha invertido aproximadamente US$6.000 millones en Argentina, Paraguay y Uruguay. La empresa destaca que la reciente operación aprovechará la complementariedad territorial y de clientes, elevando los estándares internacionales en el mercado argentino.
El Gobierno de Javier Milei ha anunciado que el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNCD) evaluarán la transacción para asegurar que no constituya un monopolio. Según el Ejecutivo, la adquisición podría dejar aproximadamente el 70% de los servicios de telecomunicaciones en manos de un solo grupo económico. Desde finales de los años 90, Telecom y Telefónica han dominado el mercado argentino tras la privatización de la empresa estatal de telefonía bajo el gobierno de Carlos Menem.
