Karinna Gamarra
Categorías: Comercio electrónico

5 Trucos para activar el impulso de compra online en tus usuarios

El impulso de compra se produce cuando tu cliente decide adquirir el producto sin darle “demasiadas vueltas al asunto”.

Digamos que, el impulso de compra es el momento que todo vendedor ansía. Se trata del preciso instante en que el usuario no lo piensa más y decide realizar la adquisición. Concretamente, en un e-Commerce, ese segundo se produce cuando el cliente hace “clic” en “agregar al carrito” o también cuando decide revisar lo que ha añadido a su cesta y opta por llevar todo o sólo una parte. En ambos casos, es normal que el consumidor agregue las cosas que más le interesen a su carrito y después realice una selección final. 

Es por eso que, hoy te enseñaremos 5 trucos infalibles para despertar ese momento mágico en el que el consumidor decide agregar varias cosas en su carrito para, luego, culminar la compra de manera exitosa. ¡Apunta!.

1. Ubicar el producto en la página de inicio

Lo primero que el usuario ve, es lo que más rápido capta su atención. Por lo tanto, aquello que esté ubicado en la página de inicio, es lo primero que tendrá exposición ante los ojos del cliente. Recuerda que en la página de inicio no deben existir demasiados elementos. De lo contrario, el usuario se sentirá perdido y desorientado en tu tienda online y, por lo tanto, terminará abandonando el sitio.

2. Ubicar el producto en zonas calientes

Como en una tienda física, un negocio virtual tiene zonas calientes y frías. Por eso, las zonas calientes están cerca de la entrada y las zonas frías cerca de la salida.

En los países occidentales se lee de izquierda a derecha, por lo que la zona más caliente de una web siempre está ubicada en la parte superior izquierda, que es el primer foco de atención para los usuarios. En la mayoría de casos, esa área tiene el menú de categorías de productos. Pero, existe un factor más importante: el orden de las categorías de ese sector no debe ser alfabético. Lo ideal, sería colocar en primer lugar las categorías que más interesen a tu público objetivo y, así, clasificarlas por orden de prioridad. 

3. Ubicar el producto en la cabecera lineal

En un supermercado, las cabeceras de lineales son zonas calientes por sí mismas, y es donde se suelen ubicar las ofertas o promociones especiales. De igual manera, tu e-Commerce debe explotar el impulso de compra asociado a las “cabeceras”, en este caso en las páginas de cada categoría.

4. Iluminar bien el producto

La iluminación es determinante en cualquier tienda física. De igual manera, en una tienda en línea, las fotografías juegan un papel decisivo. La imagen de un producto tiene que invitar al usuario a realizar la compra, sin pensarlo dos veces. Lo alarmante es que, muchas veces es un factor al que no se le presta la debida atención y, por lo tanto, queda en el olvido.

5. Usar precios y descuentos psicológicos

Sin duda, es el truco más viejo del marketing digital, pero sigue dando buenos resultados. Es decir, debes asumir que S/.39.90 siempre será más atractivo que S/.40.00. Muchas plataformas de comercio electrónico ya han implementando la función de “reglas de descuento”, lo que ayuda a informar al consumidor su ahorro en porcentaje y, también, el equivalente el dinero.

Recuerda que, más del 80% de las compras online se realizan por impulsos no racionales. Por lo tanto, la experiencia de usuario se ha convertido en un factor muy importante y es motivo suficiente para que, una vez que el consumidor, ingresa a tu sitio web, viva un conjunto de emociones que lo hagan sentirse único y especial antes, durante y después del proceso de compra. ¡Suerte!.

¿Te gustó este post?

Esta publicación fue modificada por última vez el mayo 21, 2020 5:05 pm

REGÍSTRATE Y DESCARGA
EL REPORTE OFICIAL 2020 - 2021
DEL ECOMMERCE EN EL PERÚ









Porfavor acepta la politica de Privacidad y Protección de datos !

Karinna Gamarra

Soy Karinna Gamarra. Comunicadora. Mamá de Chapo, apasionada por el comercio electrónico y entrenadora de equipos UNIQUE.

Publicado por
Karinna Gamarra