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Medida impactaría en la competitividad de la industria del comercio electrónico encareciendo los costos de operación y fomentando la informalidad, dijo Helmut Cáceda, presidente del gremio.
Frente al predictamen del proyecto de ley en el Congreso, que propone modificar el Código de Protección al Consumidor con miras a regular el comercio electrónico, la Cámara Peruana de Comercio electrónico (Capece) señaló que esta propuesta presenta graves inconsistencias que afectarían al 91% de negocios que venden por internet, especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
“Hemos encontrado varias inconsistencias que, de aprobarse en el Congreso, afectaría más de 250,000 comercios que venden por internet, no solo encareciendo su costo de operatividad (logístico, infraestructura y transacciones por venta), sino también restando competitividad en la industria. Solo los grandes jugadores no tendrían problemas en sostener ese costo”, alertó Helmut Cáceda, presidente ejecutivo del gremio.
Cáceda agregó que si bien el e-commerce tuvo un crecimiento preponderante a raíz de la pandemia, está industria recién está despegando. Prueba de ello es que las ventas online solo representan el 4% del comercio en general, mientras que en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de cuyos reglamentos se basa esta nueva norma, supera el 11%.
“En el comercio digital todavía estamos lejos de los niveles de los que pertenecen a la OCDE y pretenden imponernos las reglas de juego de esos países. En el caso de Argentina, que es de donde se inspiró el derecho al arrepentimiento, para hacernos una idea, su e-commerce más visitado, que es Mercado Libre, tiene 150 millones de visitas al me y en el Perú, el más concurrido, apenas alcanza los 12 millones”, explicó.
En ese sentido, y en representación de los diferentes comités de CAPECE (Ecommerce, Logística, pagos, políticas públicas, emprendimientos digitales), Cáceda destaca cinco razones por la que este proyecto de Ley es improcedente.
La implementación de derecho a arrepentimiento en un plazo de 15 días sin justificación alguna, generará un sobrecosto para los comercios y proveedores no solo por el lado logístico del envío y la devolución, sino también del lado de costos por extornos de los pagos realizados. Alguien va a tener que pagarlo, y como siempre, el consumidor final será el más perjudicado.
Por otro lado, al dar 15 días de plazo para la devolución es demasiado, y no se ha pensado para nada en el microempresario que vende a través de redes sociales o WhatsApp, y cuyos productos se pueden echar a perder sin refrigeración en menos de 3 días. Quizás por esta razón, en Argentina el plazo máximo es de 5 días. Además, los comercios no tendrían certeza de sus cierres de facturación mensual afectando las declaraciones de impuestos teniendo un impacto directo en la recaudación tributaria.
Ante tanta complejidad operativa, los comercios podrían verse desanimados a vender en Internet y optar por regresar a la venta presencial, significando un retroceso total sobre lo avanzado en los últimos 2 años.
No todos los ecommerce, necesitan un espacio físico para operar. Durante la reactivación del Ecommerce en el 2020 incluso PRODUCE e INDECOPI lo entendieron y se levantó la restricción, luego del trabajo en equipo que se hizo en aquella época. Esto es nuevamente retroceder a inicios de pandemia. Con esta regla de juego, ni Amazon ni Alibaba, ni eBay, que compiten con los grandes retailers en el país, podrían comercializar en el Perú. Y esto afectaría al ecommerce transfronterizo, que representa casi el 20% de volumen del comercio electrónico en el país.
Cabe señalar que los ecommerce que venden sin un local comercial físico representan al 89% de comercios que venden online en el Perú.
Al prohibir los pagos recurrentes, es un retroceso total cuando la tokenización de pagos recurrentes en el mundo permite reducir costos de cobranza, morosidad además de reforzar la retención de clientes. Con una ley como esta dejaremos de ser atractivos para startups y empresas tecnológicas extranjeras cuyo modelo de negocio se basa en pagos recurrentes para ecommerce, invitándolos a retirarse del país.
Los micropagos por comercio electrónico que corresponden entre otras cosas, a la industria de e-sports y gamers, ha sido una de las industrias de mayor crecimiento para el 2022, y está dominada por menores de edad. La edad recomendada para jugar “como profesional” en The League of Legends, es mayor de 13 años. Para Dota 2, muchos recomiendan ser mayor de 16. Overwatch es 12 años. Este proyecto de ley está subestimando a una industria que en Perú tiene ya 14millones de usuarios (sobre todo en provincia) y con un potencial de crecimiento de US$144 millones para el 2024.
Hay que separar las cosas: Una cosa es delito informático financiero como los fraudes que han realizado algunos inescrupulosos sobre el Bono Yanapay (subsidio de S/350 a personas en extrema pobreza) en la que un tercero cobraba por el verdadero beneficiario, quien cayó en la trampa de seguir un link falso. Otra cosa muy diferente, son los fraudes en comercio electrónico, que en Perú en promedio la tasa de fraude no es mayor al 2% y es parte de la operatividad y que el comercio generalmente ya lo tiene considera en sus costos financieros. De ser así, la mayor cantidad de denuncias en INDECOPI serían por pishing o ciberdelitos, y como sabemos, tiene más que ver porque el producto no llegó a tiempo. (Lo cual es un tema que justo estamos en camino a solucionar en CAPECE para el 2022).
Desde CAPECE hacemos un llamado al gobierno a reconsiderar el lanzamiento de un proyecto que nos haría retroceder en el índice de competitividad digital (nuevamente). Los invitamos a un diálogo público-privado para encontrar juntos la fórmula que nos ponga por encima de los países que, por ahora, lideran el desarrollo de la innovación y el emprendimiento tecnológico en la región.
Esta publicación fue modificada por última vez el diciembre 22, 2021 7:08 pm