En 2007, José Neves vio que el comercio electrónico era el futuro inevitable del mercado del lujo. Se propuso aprovecharlo al máximo y fundó Farfetch como un mercado global para que las tiendas de moda físicas se expandieran en el incipiente canal de comercio electrónico.
En aquel momento, los poderes del lujo no estaban convencidos, pues creían que los clientes siempre querrían la experiencia de compra física del lujo. La opinión predominante era que sólo un puñado de compradores de lujo iba a gravitar en línea. Y, que ya había actores establecidos en ese espacio: YOOX y Net-A-Porter, ambos creados en 2000. Como su nombre indica, era el sueño descabellado de una persona ajena al sector que intentaba introducirse en un mercado que ya estaba cerrado.
Farfetch crea alianza para realizar inversión millonaria
Lentamente y sin descanso, Neves llevó adelante su visión digital del mercado del lujo. Ampliando las raíces del mercado de Farfetch al ofrecer su plataforma tecnológica de marca blanca a las marcas de moda de lujo como solución de comercio electrónico. La belleza de su modelo de negocio de mercado era que no tenía existencias y sus socios cumplían los pedidos. Era una empresa que daba prioridad a la tecnología y ofrecía a los clientes acceso a la moda de lujo, y a las marcas acceso a esos clientes y a sus probadas herramientas digitales.
En 2018 había alcanzado una masa crítica y salió a bolsa. En ese momento, el mercado de los bienes de lujo personales sólo contaba con una cuota del 10%. También fue por la misma época que su principal competidor YOOX Net-A-Porter (YNAP). Que se había fusionado tres años antes, fue adquirido por el Grupo Richemont, uno de los tres grandes del mercado del lujo, junto con LVMH y Kering.
Desde entonces, YNAP, que opera bajo un modelo de comercio electrónico tradicional pero que, al igual que Farfetch. Ofrece su plataforma tecnológica para apoyar el comercio electrónico de otras marcas, apenas se ha mantenido a flote. Las ventas alcanzaron un máximo en 2020, con 2.600 millones de dólares, pero descendieron casi un 10%, hasta los 2.400 millones en 2021.