De acuerdo con un estudio de Flanqueo, las clases virtuales y las nuevas reglas de relacionamiento social ha comenzado a perder terreno entre los estudiantes peruanos de educación superior desde febrero de 2023.
Además de esto, la Sunderu emitió nuevas disposiciones y limitó a 80% de los programas que pueden llevarse a través de esta metodología, que afecta a más de 75.000 universitarios.
Para febrero del año pasado, la preferencia por la modalidad de estudio virtual se redujo 35% entre los estudiantes y en diciembre último se llegó a ubicar en 29% pero todavía sin triplicar los resultados previos a la pandemia, donde 9% de jóvenes optaban, mayormente, por las clases de esta forma.
Javier Quiñones, gerente general de Flanqueo detalló, que estas cifras serán inamovibles de cara a los próximos años, puesto que, cada tres de 10 jóvenes no quieren estudiar nuevamente en las aulas.
“No se puede considerar la época de la pandemia porque no había otra opción, el comparativo es que en 2019 era 9% y hoy es 29%, se ha triplicado la cantidad de estudiantes de educación superior de niveles socioeconómicos A y B que buscan seguir su carrera mediante modalidad remota y no quieren volver a la presencialidad”, precisó.
Entre las razones del porqué se prefiere esta modalidad, el estudio de 1.2 millones de estudiantes de Flanqueo revela que son el ahorro de dinero en movilidad y gastos de alimentación al acudir a los centros de estudios. También está la flexibilidad de realizar actividades laborales.
Asimismo, 96% de los encuestados consideraron que las clases virtuales deben costar mucho menos que las presenciales, no obstante, según Quiñones, las instituciones ya han ido reduciendo sus precios debido a que esta modalidad les resulta más económica porque las clases son grabadas y se necesita menos tiempo al docente en las sesiones.