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Quick Commerce: SHARF y cómo alcanzar el éxito en el delivery ultra rápido

En un contexto en el que el consumidor exige un servicio de delivery cada vez más rápido y
conveniente, el Quick Commerce se muestra como un reto para las empresas de última milla, quienes avanzan en el desarrollo de este servicio en el Perú.

El Quick Commerce es un tipo de comercio electrónico donde se hace foco en las entregas rápidas, normalmente en menos de una hora. En Perú, los servicios express (same day, next day) sostienen un ritmo de crecimiento a doble dígito a partir del 2023, y se espera
una mayor consolidación para este año.

“No solo las dark stores, sino el micro fulfillment, es una tendencia importante, y creo que en los próximos años se instaurará primero naturalmente en Lima, y hará que la logística evolucione hacia los clientes. Permitirá un mayor consumo de todas maneras”, señala:
Pepe Ríos, CEO de Sharf.

Para el ejecutivo, el servicio de dark store en Perú se encuentra saliendo de la etapa de introducción, y entrando a una etapa de crecimiento. Las plataformas de los actores en el ecosistema ecommerce han evolucionado al punto de hacer más sencillas las interacciones con los operadores logísticos, a nivel de tecnologías.

Las categorías de consumo, como cervezas o cigarros, tienen una mayor cercanía natural a este tipo de delivery. Sin embargo, los desafíos pasan por llevar el Quick Commerce al resto de categorías.

¿Cómo ser un Quick Commerce?

En el mercado peruano, Rappi Turbo fue el pionero del Quick Commerce. Para lograr la promesa del delivery ultra rápido, las empresas de última milla deben seguir una serie de requisitos para hacer eficientes las entregas.

Así, algunos operadores adaptan sus infraestructuras logísticas para ofrecer el servicio Quick Commerce. Sharf, por su parte, aperturó dark stores dentro de la ciudad y más cerca a las zonas con mayor densidad de pedidos, en Surquillo y Miraflores. Actualmente, la
empresa cuenta con 6 dark stores a nivel nacional: tres en Lima y dos en provincias (Chiclayo, Piura y Arequipa).

“Orgánicamente tenemos almacenes cerca al aeropuerto y en un parque industrial en Lurín y Santa Clara, siempre alrededor de la ciudad. Lo que hemos tenido que adaptar en nuestra infraestructura es que los dark stores no pueden estar tan lejos del corazón del reparto urbano, porque lo que buscas es que desde ahí salgan entregas más rápidas que no demoren un día para llegar al cliente, sino que demoren 15 minutos”, señala Pepe Ríos.

Otro aspecto a tomar en cuenta es el aprovechamiento de las alturas de los almacenes, pues la forma en la que se realizan las operaciones físicas en un dark store dista de la operación logística convencional. En estas estructuras, se manejan anaqueles, el picking es
manual, y cuenta con mayor agilidad.

Por otra parte, las empresas también deben adaptar sus infraestructuras tecnológicas para un eficiente Quick Commerce. “La forma en la que se hace el picking de la mercadería es un poco más ágil, porque se tienen que cerrar los pedidos en función a qué tan rápido va a llegar la unidad, la misma que tiene que entregar en 10 o 30 minutos los productos. Eso te
obliga a darle prioridad a algunos pedidos sobre otros”, destaca Pepe Ríos.

Desafíos del Quick Commerce

Al ser un servicio con márgenes acotados de error, el Quick Commerce enfrenta distintas situaciones que pueden dificultar su desarrollo. Estas dificultades se agravan tomando en cuenta la infraestructura vial en el país.

“Se puede forzar a dar un servicio desde un almacén más alejado, pero la verdad es que el tráfico peruano es tan complejo que no termina permitiendo generar la experiencia en el tiempo que deseas. Lo primero es tratar de mudar o descentralizar tu operación hacia
micro fulfillments centers, micro hubs, en el centro de la ciudad”, menciona Pepe Ríos.

Por otro lado, no necesariamente los clientes están dispuestos a trabajar con una empresa que maneja dark stores. Esto le brinda la posibilidad a los comercios de vender más, si le da esa alternativa a su cliente.

Después, es importante la forma en la que se separa el inventario regular para el dark store, así como tener canales de venta que permitan tener soluciones de venta más rápidos. Esto ha hecho que se encuentre una evolución de la necesidad de los clientes sobre el servicio de dark store.

Para operar es necesaria una plataforma de tecnología que te permita integrarte con todos esos mercados, como apps de delivery, que permite estar cerca de los lugares donde se está vendiendo la mercadería. “Si tienes el lugar pero no tienes la tecnología, es
casi como si no tuvieras el lugar”, asegura Pepe Ríos.

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    Conoce al autor

    Bethania García

    Bethania García Briceño

    Licenciada en Comunicación Social, especializada en el área de Comunicaciones Corporativas y Periodismo. Además, un diplomado de Libertad Expresión auspiciado por la UCAB y la SIP. Cinco años en el periodismo y cuatro en marketing digital.