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Recientemente, la operación de Rappi en Brasil informó la decisión de implementar una tarifa de servicio de 12 reales (US$ 2.47) para los repartidores de la aplicación de delivery. Dicho cargo, que a partir de enero aparece en la cuenta de los trabajadores, se deduce automáticamente de sus ganancias semanalmente, según explicó al medio Rest Of World un repartidor brasileño.
Dicha medida se dio luego de casi un año de que el unicornio colombiano de última milla haya alcanzado un punto de equilibrio financiero, tras algunos problemas de rentabilidad observados luego de la pandemia. Sin embargo, expertos han considerado esta medida como poco favorable para la compañía.
“El trabajo en plataformas digitales de entrega de alimentos y bienes ya es uno de los empleos más precarios y mal pagados de Brasil. Cualquier nueva tarifa que se reste a los salarios en esa ecuación arroja al sector a condiciones aún más deficientes”, señaló Gonzalo Martínez de Vedia, director del programa de Brasil de la Organización de Derechos Laborales Centro Solidaridad a Rest Of World.
Asimismo, Ecommerce News conversó con algunos especialistas acerca de los efectos que esta medida tendría si es que es implementada en Perú.
Según un estudio de Statista, se espera que los ingresos proyectados en el mercado de delivery de alimentos en línea en Perú alcancen los $1,470 millones de euros en 2024. Además, se proyecta que el mercado de delivery de comestibles en el país registre un crecimiento de ingresos del 22.8% para 2025.
Hasta 2023, Rappi indicó que cuenta con más de 30,000 repartidores independientes en su operación en Perú, además de presencia en más de 10 ciudades, con una cobertura cercana al 70% en Lima y 30% de todo el territorio nacional. Así, la empresa se posiciona como líder en su categoría.
Sin embargo, para Anderson Vásquez, presidente del Comité de Logística de la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (CAPECE), y director de Olva Courier, la implementación de una tarifa así en el mercado peruano provocaría, en primer lugar, una fuga de drivers, más que un valor agregado para ellos.
“En Perú, Rappi tiene un share de mercado cercano al 80%, aproximadamente. Una medida así no le agregaría valor a Rappi, sino que sería un espacio para que los drivers comiencen a mirar otras oportunidades laborales e ir a otras plataformas o a un operador logístico”, señaló Vásquez.
Asimismo, Helmut Cáceda, presidente de CAPECE, indicó que solo hay un 20% de peruanos que utiliza algún canal de delivery, pero solo el 2% utiliza las aplicaciones de delivery que todos conocemos.
“Al tomar en cuenta esto, la oportunidad es enorme, pero se desaprovecha si no nos unimos y hacemos el esfuerzo para que el usuario la use”, agregó Helmut Cáceda.
En marzo de este año, repartidores de aplicaciones de delivery realizaron un paro, el cual fue apoyado por el Sindicato de Trabajadores de Plataformas Digitales (Sintrapladi) y la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP). La movilización buscó exigir mejoras y el reconocimiento en cuanto a las condiciones y derechos laborales de los drivers, mayor seguridad, tarifas justas, entre otros aspectos.
“Un repartidor hace en promedio 30 pedidos al día, si sacamos un promedio de que cuesta 60 soles cada pedido, entonces hace S/1,080 soles y, si lo aplicamos entre 5,000 repartidores, estamos hablando de S/9 millones al día“, sostuvo Jesús Mundo, secretario de Finanzas del Sindicato de Trabajadores de Delivery.
Todos mencionan (la Democratización del Delivery), pero pocos se esfuerzan en impulsarla realmente
Helmut Cáceda, presidente de CAPECE
En tanto, el presidente de CAPECE, Helmut Cáceda, considera que, sumado a la imposición al driver de un fee adicional semanal, el sobrecargar las aplicaciones de delivery con costos ocultos, imponer propinas con un porcentaje determinado, cobrar por el envío y una tarifa por el servicio, no es el camino correcto para lograr la fidelización del driver y una ‘Democratización del Delivery’. “Todos la mencionan, pero pocos se esfuerzan en impulsarla realmente”, señaló el experto en comercio electrónico.
En este contexto, un cobro por servicio de los trabajadores agravaría el impredecible y frágil escenario de los repartidores de delivery en Perú. “La situación laboral de estos drivers en el mercado, de por sí, ya es precaria. Un cobro adicional lo haría aún más, y complicaría más la relación de los drivers con la plataforma”, comentó Anderson Vásquez.
“Si consideramos que la logística es la columna vertebral del comercio electrónico, todos los que estamos en el ecosistema deberíamos ayudar a la democratización del delivery, y provocar más confianza de las personas con el canal digital. Si se compara el tiempo y la energía que ahorra el hecho de ir y venir al supermercado, o darse algún antojo de comida en la noche, el costo del delivery que permite sostener esta gran industria lo vale totalmente”, comentó Helmut Cáceda
En tanto, en el segmento de Deliverys, la categoría food presenta un incremento exponencial, y seguiría con el crecimiento, principalmente impulsado por el modelo de dark stores.
“Pero cuando quieres ampliar este tipo de entregas a otras categorías, no es rentable ofrecerlos, como el servicio ‘same day’ o ‘express’. Como empresa lo hemos vivido, ya que el precio que quieren pagar los comercios electrónicos es muy bajo, entonces el motorizado se lleva un 60% o 70% del costo del producto, y la rentabilidad que te queda es muy baja”, complementó Anderson Vásquez, de Olva.
Esta publicación fue modificada por última vez el abril 3, 2024 9:28 pm