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¿Comprarías un “bestido” aunque sea bueno, bonito y barato?. No, ¿cierto?. Así es como los errores ortográficos acaban con tus ventas.
Cometer errores de redacción es una forma segura de espantar a tus potenciales consumidores, quienes necesitan comprender lo que están leyendo para saber si tu producto puede satisfacer o no sus necesidades. Por lo que, es necesario que tu marca entienda que las descripciones no sólo son parte de la experiencia de usuario, ya que también juegan un papel determinante en la decisión de compra.
Redactar una buena descripción requiere una dosis de: creatividad, talento y ser amigo fiel de la RAE. Además, entran al ruedo otras habilidades que van desde el periodismo hasta el marketing digital. El hecho es que, si los encargados de realizar tu estrategia no están familiarizados con esos conceptos, podrían cometer errores que afecten la rentabilidad de tu tienda online.
Por eso, hoy te enseñaremos los 6 “horrores” de redacción imperdonables, que tu equipo no debe pasar por alto para no perjudicar la reputación y las ventas de tu comercio en línea. ¡Anota!.
Ya sabes, lo básico e indispensable: escribir bien. Es un aspecto importante, pero en el día a día se pueden escapar algunas palabras sin tilde, o ciertos errores de “tipeo”, que hacen que el redactor reemplace una “c” por una “s” o una “b” por una “v”. Al parecer, no se acaba el mundo por una letra. Sin embargo, lo cierto es que esos errores proyectan una pésima imagen de tu negocio virtual entre tus usuarios. Es decir, es válido que el cliente se cuestione que, si no puedes escribir bien un post, ¿serás capaz de hacer que tu producto llegue a sus manos sin ningún problema?. En la duda, está tu error.
Copiar y pegar las descripciones de los fabricantes, es como echar agua al mar. Tu redacción tiene que aportar valor para el usuario y significar algo más que palabras. Recuerda, tu función es convencerlo que tus productos son su mejor opción dentro del inmenso mar de ofertas que recibe a diario. Mínimo, ponle un poco de emoción a tu texto para ofrecerle una experiencia memorable y no sólo un artículo entre un millón.
Ningún usuario se sentará a leer un testamento. El comercio electrónico se desenvuelve en un medio tan vertiginoso, que tus descripciones deben cumplir tres condiciones para ser efectivas: claras, concisas y directas. Las oraciones extensas representan una barrera para el lector, que antes de llegar a la tercera línea, saldrá huyendo de tu página web y, claro, no volverá nunca.
Todo se resume a tu capacidad de síntesis. El secreto de la brevedad consiste en encontrar un número reducido de palabras adecuadas que transmitan lo que quieres expresar y, a la vez, despierten el real interés de tus usuarios. Sin embargo, no debes exagerar hasta llegar al punto de “resumir” tu descripción en frases inconexas y sin sentido. De lo contrario, ten por seguro que por corto que sea, nadie lo leerá.
Está bien que intentes proyectar cercanía y cordialidad, pero tampoco pierdas el control. Recuerda, el visitante a tu página web puede desconocer el léxico que estás utilizando y, por lo tanto, se sentirá extraño y desorientado. Incluso, podría abandonar tu sitio sólo por ese hecho. Los clichés son un factor de distracción y, además, corres el riesgo de desvirtuar el texto por completo y parecer informal.
Ya todo el mundo sabe que quieres vender. Pero no seas tan obvio. La descripción de tu producto debe orientarse al aporte y beneficios que representan para tus clientes. Recuerda que, la idea es persuadir al usuario, la pregunta es ¿cómo?, bueno: haciendo tu labor de guía, asesor, consejero y asistente. Al final del día, tus consumidores deben sentir que son únicos y especiales y por eso, han tenido una experiencia memorable y no que sólo significan un número para tu marca. ¡Suerte!.
Esta publicación fue modificada por última vez el junio 22, 2020 1:54 pm