La creación de contenidos ha sufrido tal impacto, que Mattel ya empezó a incluir a los padres en los anuncios publicitarios de Barbie.
Barbie es una de las muñecas icono del siglo XX, lo que ha supuesto un gran dolor de muelas para su fabricante, Mattel, al momento de adaptarse a los cambios del siglo XXI. Barbie siempre ha sido asociada a un concepto muy sólido de feminidad que las generaciones más jóvenes rechazan y exigen, sea superado. Hecho que ha obligado a Barbie a reinventarse y modificar la imagen que proyectaba al mundo de manera tradicional.
Hace algunos años, la compañía realizó los primeros cambios en sus muñecas. El impacto fue positivo e hizo que la firma recibiera un empujón en su apagada carrera. La nueva propuesta, dejaba atrás la imagen de una Barbie con proporciones inalcanzables, para presentarse ante el mundo como una muñeca con dimensiones reales. El reto era reflejar a la mujer de una forma más auténtica, incluso, se propuso que la nueva Barbie utilizara zapatos planos y no sus clásicos tacones.
Mattel no tenía otra alternativa, se había visto en la obligación de ajustarse a un nuevo escenario, en el que los padres ya compraban muñecas y en un contexto en el que las mujeres querían ser las heroínas en sus historias. Las princesas ya no pretendían que ningún príncipe las rescate. La Barbie del cutis perfecto y las curvas de infarto, discutía con la idea que las mujeres querían gritar al mundo sobre sí mismas y, por lo tanto, las ventas de las muñecas empezaron a caer. Entonces, era el momento ideal para hacer un rebranding y potenciar el producto.
Los cambios también se reflejaron en el storytelling y el modo en que Mattel empezó a contar las historias vinculadas a las muñecas, tuvo un giro de 360 grados, tanto en forma como en fondo. El primer escenario que ha sido impactado es el de la publicidad. Los anuncios de Barbie han sufrido cambios profundos en los últimos años, incluyendo diversos tipos de relatos.
Así, poco a poco, Barbie se ha convertido en la vía de escape para que niñas de todo el mundo imaginen que pueden ser lo que ellas quieran y que, incluso, las muñecas no son un juego sólo para mujeres. Los padres también pueden intervenir. Basta con decir que Mattel ya empezó a incluir niños en sus anuncios publicitarios.
Sin embargo, la marca tiene una visión más ambiciosa. Por ejemplo, ha puesto en valor la propia historia de la compañía y se ha concentrando en enfocar una parte de su storytelling en la real imagen de Barbie, quien, desde su perspectiva, no es una recién llegada en el empoderamiento femenino, pues la muñeca lleva varias décadas siendo una profesional a todo terreno.
Mattel ha tenido que cambiar su forma de contar historias. “Los padres Millennials se involucran más en la crianza de sus hijos, que generaciones anteriores”, argumenta, Catherine Balsam-Schwabe, Chief Content Officer de Mattel, “son realmente conscientes de la experiencia de contenidos que sus hijos están experimentando”, finaliza.
Todos esos factores hacen que la forma en la que se crea una historia tenga que ser evaluada constantemente. Los niños ya no son sólo la voz que exige la muñeca de moda, ahora los padres también están formando parte de esa decisión. Por lo que, la experiencia de contenidos ha sufrido cambios radicales. Por ejemplo, su material está migrando de plataformas tradicionales como la televisión para cubrir espacios como Youtube, que es donde pasan mayor tiempo los padres de la Generación “Y”.
Esta publicación fue modificada por última vez el mayo 21, 2020 5:05 pm