Si bien el metaverso es un concepto que ha existido durante décadas, en los últimos años ha cobrado más fuerza, puesto que numerosas compañías han mostrado mayor interés en formar parte de ese mundo virtual para ofrecer una mejor experiencia a los consumidores y fortalecer su comercio electrónico.
Para comprender un poco la dinámica de esta irrupción que representa el metaverso en la actualidad, se puede comparar, por ejemplo, con lo ocurrido con Zoom, la plataforma de videollamadas que existía desde hace años, pero cuando se desató la pandemia tardó apenas días en convertirse en imprescindible, una expansión así ocurrió con la idea del mundo virtual.
En este sentido, se puede indicar que el metaverso despliega todo un ecosistema que gira en torno a medios de pago virtuales, activos digitales no fungibles como los NFT y criptomonedas.
En este ecosistema, las grandes marcas han visto una oportunidad única para mostrar sus productos y servicios a través de esta ventana virtual. Una acción que busca generar millones de ventas y crecer en el comercio electrónico. Lo que se traduce en una relación positiva entre el metaverso y el e-commerce.
En la última conferencia de la compañía estadounidense Meta sobre “Tendencias sociales para el futuro del comercio y el marketing para 2022 y más allá”, Nicola Mendelsohn, VP Global Business Group de Meta, señaló que “el Metaverso es una oportunidad para que las marcas puedan crear espacios que fortalezcan el engagement. Debe vivirse desde el principio”.
Unión del metaverso y el comercio electrónico
Si bien es cierto que muchas empresas de las que están comenzando su inmersión en el metaverso con el objetivo de llegar a nuevos consumidores, a través de una manera innovadora, también se debe tener en cuenta que el comercio digital en el metaverso difiere del e-commerce tradicional que conocemos.
Sus pilares son los conceptos que se agrupan como commerce 3.0, y sus premisas son la descentralización, la privacidad y la ubicuidad. Esto significa que, apoyado en nuevas tecnologías como blockchain, criptomonedas y non-fungible tokens (NFT), las transacciones requerirán gradualmente de menor cantidad de intermediarios y no será necesario entregar información personal para concretarlas.
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Las potencialidades de este mercado ya son objeto de estudio y salen las primeras estadísticas y proyecciones. El gigante de la criptografía Grayscale sostiene en un informe que el Metaverso tiene el potencial de registrar ingresos anuales por 1 billón de dólares en publicidad, eventos digitales, comercio electrónico y hardware.
El gran desafío para los próximos 5 a 10 años es que estas tecnologías alcancen un nivel de madurez y estandarización que haga que ni siquiera sea necesario entender todo lo que llevan por detrás para que un servicio sea posible.