La consultora internacional Kantar presentó su más reciente informe “Consumer Insights”, correspondiente al último trimestre de 2021, en el que se analizan las principales tendencias en el comportamiento de compra de los latinoamericanos.
Asimismo, se conoció que el estudio también revela que priorizar se convirtió en la nueva normalidad del consumidor en la región, en medio de sus compras a través de plataformas digitales.
“En tiempos de crisis como la que se está viviendo, los shoppers se concentran en lo más esencial para la vida diaria. Por tal motivo, la tendencia es que los productos de consumo masivo (FMCG) sigan cobrando relevancia en Latinoamérica”, aseguró Cecilia Alva, directiva de Kantar.
El informe destaca que, en aquellos países donde se registró una menor inflación y desempleo, la canasta de FMCG creció y el consumo fue favorable para Ecuador, Bolivia y México.
Caso contrario se evidenció en países como Argentina, Colombia y Brasil, en donde los mercados registraron una mayor presión para los consumidores.
“La priorización de FMCG ocurre a través de menor frecuencia al punto de venta, fragmentación de canales y priorización en la canasta de alimentos”, explicó Alva.
Kantar y su análisis en el mercado de América Latina
Entre los datos presentados en el estudio de Kantar, se pudo evidenciar que, después de una reducción en el número de visitas a los puntos de venta durante el tiempo de confinamiento, en el último trimestre de 2021 se registró un alza del 12 % frente al periodo más agudo de la pandemia del Covid-19.
Esto en el canal moderno, que incluye autoservicios como híper, súper y bodegas, tiendas, club y de conveniencia; y otros establecimientos como perfumerías, venta a granel, tiendas de belleza, depósitos de cerveza, departamentales e internet.
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De esta manera, Kantar destaca que el comportamiento que están presentando los consumidores latinoamericanos, responde a una mezcla de hábitos incorporados de la pandemia, reforzados por la llegada de la variante ómicron a la región en enero, y la presión económica.
“Los niveles socioeconómicos más bajos son los más impactados, reflejado en el consumo del hogar, y el incremento de precios lleva a compras menores”, explica el informe.