Percibir la Inteligencia Artificial como algo “simple” y “accesible” será la clave para integrarla con éxito en el Marketing Digital.
La Inteligencia Artificial es una herramienta tecnológica que los “marketeros” deberían tienen entre ceja y ceja. Este especial interés responde a que, tal como ocurrió con el big data, la IT muestra potenciales aplicaciones para conectar con los consumidores de manera más rápida y eficaz.
Además, tal como lo menciona un analista de Forrester en una reciente columna de Forbes, la Inteligencia Artificial dejó de ser una visión del futuro para convertirse en algo tangible. “La IT ya hace cosas reales para gente real”, afirma. De hecho, muchas empresas ya empezaron a utilizarla para ofrecer soluciones.
Este contexto ha generado que las expectativas vayan en aumento respecto a la tecnología y sus posibles aplicaciones. Los “marketeros” están particularmente emocionados y esperan que su uso los ayude a resolver todos esos inconvenientes que genera un mundo tan acelerado y lleno de consumidores cada vez más complejos.
La Inteligencia Artificial promete hacerlo todo mejor, más rápido e interesante. Sin embargo, integrar la IT en el día a día de una empresa, es un proceso que debe tomarse con calma para que su implementación se realice con éxito.
Las fases de integración
Pese a la emoción que despierta, la Inteligencia Artificial está en una fase inicial en la que los responsables del marketing deben detenerse a pensar con objetividad cómo funcionará. Las cosas no ocurrirán de la noche a la mañana y la adopción de esta herramienta debe ir en fases minuciosamente estudiadas.
Primero, se buscaran pautas utilizando sólo datos. Luego, se harán sugerencias para ver el provecho que se puede sacar de ellos. Después se pasará a una fase donde se tomarán decisiones y finalmente, la Inteligencia Artificial trabajará de forma autónoma.
El papel de los “marketeros”
La IT es considerada como un elemento para conseguir más eficiencia. A pesar que las previsiones expresan muchos usos y mejoras, en este momento se utiliza para hacer cosas que gastarían muchos recursos si se hicieran de otra manera. Por ejemplo, integrar datos o hacer segmentación.
Por otro lado, la Inteligencia Artificial debe pasar por un proceso para ser incluida en los equipos de marketing. Es decir, no se puede forzar su entrada a procesos donde se utilizan otras tecnologías, ya que sólo generará problemas y rechazo. En otras palabras, no se puede pasar de cero a cien: sus primeras implementaciones deben ser en aplicaciones simples para observar cómo funciona e ir adaptándola.
Y por último, hay que “desmitificar” a la IT. No debe ser percibida como algo complejo y poco accesible, sino como algo “normal” que irá abarcando el día a día de las empresas.
Esta publicación fue modificada por última vez el mayo 21, 2020 5:05 pm