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Los ciberataques y el trabajo híbrido han producido transformaciones en la ciberseguridad. Se han derribado antiguos conceptos y se ha construido un nuevo paradigma.
Conoce las claves para entender el nuevo rumbo de esta práctica en las organizaciones, a través del análisis de Palo Alto Networks, compañía líder en ciberseguridad:
El trabajo híbrido de las empresas incrementó la demanda de soluciones en la nube, así como un espacio en la misma. Ante ello, las organizaciones no solo buscan mayor escalabilidad o eficiencia operativa y de costos. Las compañías requieren convergencia de las arquitecturas de red y seguridad para dar respuesta a los retos planteados por la transformación digital, la adopción de la nube y los nuevos modelos de trabajo híbrido (SASE).
La otra cara de la transformación digital es la ampliación de la superficie de ataque en un nuevo escenario. La adopción del Cloud y el trabajo híbrido aumentaron el riesgo y hacen necesario que las empresas tomen soluciones capaces de analizar en tiempo real los espacios vulnerables que una organización presenta al exterior incluyendo la cadena de suministro, los M&A y los despliegues de nuevas soluciones en nube.
De otro lado, las empresas se orientan por soluciones cuya fuente es un solo proveedor, elegido por su ventaja competitiva con respecto a sus competidores por su eficiencia operativa y efectividad. También se opta por una integración más estrecha, menos consolas utilizables y menos ubicaciones donde los datos deben descifrarse, inspeccionarse y volverse a cifrar.
Para el 2025, según Gartner, un 80% de las empresas adoptará una estrategia de unificación de la web, los servicios en la nube y el acceso a aplicaciones privadas desde una plataforma SSE de un solo proveedor.
Zero Trust será el punto de partida del 60% organizaciones en el 2025 en materia de seguridad. Pero no solo como principio, sino como visión organizacional, para ello es necesario un cambio cultural y una comunicación transparente para vincularlo a los resultados del negocio y lograr los beneficios. Cabe indicar que la mayoría de los ataques se producen a través de conexiones validadas y permitidas (confianza implícita).
Nuevas ciberamenazas han convertido a la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) en aspectos más proactivos. Otro factor de riesgo en crecimiento es el IoT, lo cual debe ser incorporado a las estrategias de ciberseguridad de todas las empresas.
Para la automatización de sus esfuerzos de ciberseguridad y las detecciones de amenazas numerosas organizaciones están adoptando el poder de la tecnología. Además, el proceso de transformación del SoC está avanzando hacia un modelo de funcionamiento más autónomo, eficiente, eficaz y sostenible a lo largo del tiempo.
Se espera que las actividades digitales representen el 7% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2025, por lo que las empresas están recurriendo a la transformación digital como herramienta para reducir sus emisiones.
En ese sentido, la ciberseguridad es un facilitador que, además de mantener seguras las infraestructuras críticas, da a las organizaciones la confianza necesaria para desplegar nuevas tecnologías que contribuyan a alcanzar los objetivos de sostenibilidad.
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Fuente: Revista Byte
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Esta publicación fue modificada por última vez el enero 27, 2023 6:52 pm