Amazon despidió a más de 18.000 empleados y los reemplazo por 750.000 robots para optimizar sus tareas logísticas, informó el CEO, Andy Jassy, alegando que la medida se dio en respuesta a la ‘inestabilidad en la economía global’.
Estos robots, denominados Kiva o Amazon Robotics, se ocupan de tareas que abarcan la clasificación, embalaje y traslado de productos dentro de los almacenes. Su capacidad para operar sin interrupciones reduce considerablemente el tiempo de procesamiento de pedidos y minimiza errores humanos, lo que permite una entrega más rápida y eficiente a los clientes.
“Estamos comprometidos a apoyar a los empleados afectados con paquetes que incluyen indemnización por despido, seguro médico transitorio y asistencia para la búsqueda de empleo”, suscribe el gigante del ecommerce en una misiva.
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Otras de las razones del reemplazo es que Amazon se centrará en reducir costos durante su revisión anual de operaciones, es decir, que se implementó una congelación de contrataciones y se suspendieron algunas expansiones de sus centros de distribución, reconociendo que realizó contrataciones excesivas durante la pandemia.
Esta decisión, comunicada recientemente a través de notas de prensa y medios, enfatiza el compromiso de Amazon con la innovación tecnológica, aunque suscita inquietudes respecto al impacto que ello tiene sobre el empleo humano.
En los últimos años, Amazon ha realizado inversiones significativas en automatización, que abarcan desde el uso de drones para las entregas hasta la integración de inteligencia artificial en la gestión de inventarios. Aunque el uso de robots en sus centros de distribución no es una novedad, la magnitud de esta transición representa un cambio trascendental en su estrategia laboral.