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A raíz de la pandemia por Covid-19, muchas personas se vieron en la obligación de ser más austeras con sus gastos y entre esos esta el lujo. Entre los sectores que experimentaron esta tendencia fue el mercado de lujo, esto fundamentalmente por su ticket de compra. No obstante, para Jack Gomberoff, quien funge como representante y operador de la empresa Tiffany & Co, se logra observar un alto deseo de comprar productos de esta categoría en tiempos de escasez, por lo que sentencia que la “demanda se disparó”.
Gomberoff cuenta que los constantes fallos en la cadena de suministros inherentes a fábricas, así como el cierre de muchos talleres “llevo a una reducción importante en la oferta”. Más allá de eso, el comercio electrónico supuso la entrada de un crecimiento abrumador de diferentes marcas, las cuales se direccionaron a esta nueva alternativa de ventas.
En relación a lo anterior, de los grandes del sector hay destacar a Kering, quien en 2021 obtuvo una rentabilidad impresionante que alcanzo márgenes brutos de 74,06% con respecto a sus total de ventas. En el caso de LVMH, conocido por ser el conglomerado más grande del mundo por volumen de negocio, finalizó su ejercicio financiero con un 68,3% de margen bruto. Por último, Richemont reporto márgenes del 62,7%, una cifra record desde 2017.
Según cuenta Jack Gomberoff, hay dos mercados completamente consolidados. En primer lugar, aparecen Brasil y México como los máximos exponentes, pero por debajo de ellos surgen los demás países latinoamericanos. “En los primeros, al igual que en Estados Unidos y Europa, las marcas operan directamente mediante distribución y boutiques propias, mientras que en el resto de la región operan con representantes o franquicias como nosotros”.
Lo anterior explica una escasez de productos y la desestabilización del mercado, por lo que aparecieron los mercados “propios” que tuvieron un gran impacto en las preferencias de abastecimiento.
El representante de Tiffany & Co Perú, quien paralelamente actúa como CEO del Grupo YAGO, describe que variadas marcas se decantaron por retirarse de países como Colombia, Chile, Ecuador y el propio Perú.
Jack Gomberoff subraya que en términos comerciales, “Perú es uno de los países pujantes en consumo de lujo, mucho más que nuestra vecina Chile y a niveles de Colombia que es mucho más descentralizado. Perú dio pasos muy importantes en el consumo de lujo con la entrada de las mejores marcas del mundo como Tiffany & Co, Louis Vuitton, autos de lujo (McLaren, Aston Martin), licores de alta gama, y decenas de marcas de relojes y joyas que hace una década no tenían a Perú en el mapa”.
La firma estadounidense Tiffany & Co se encuentra en Perú desde 2016, cuenta con local establecido entre Miraflores y San Isidro. Los altos niveles de crecimiento fueron vistos hasta entrada de la pandemia. “Dado el gran tamaño de la boutique, fuimos entre los últimos en poder reabrir con condiciones normales; el año 2021 volvimos a abrir con mucha fuerza y desde entonces la marca está creciendo a pasos sólidos”, explica Gomberoff.
Algunas de las nuevas colecciones que enmarcan a Tiffany & Co para 2022 están Elsa Peretti y Knot. Sin embargo, se espera la entrada de novedosas categorías, como es el caso de la cristalería, la cual había sido recortada producto de la pandemia.
Dejando a un lado a las marcas de lujo, las cuales se enmarcan en un segmento de precio determinado. La empresa Tiffany & Co se encuentra posicionada en varios niveles de precios, como es el caso de las joyas de plata que pueden costar desde 500$. Un gasto promedio puede costar desde los 800 y 8.000 dólares.
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Fuente: Perú Retail
Esta publicación fue modificada por última vez el septiembre 9, 2022 9:21 am