La publicidad en el siglo XXI tiene nombres y apellidos, y la Sunat ha decidido cobrar por ellos. Los influencers son habituales en nuestras redes sociales y se están convirtiendo en el nuevo “santo grial” del marketing. Puede que esto no sea del todo justo. Según un estudio de HEC París, es menos recomendable para las microempresas y las pymes dirigirse a uno o unos pocos macroinfluenciadores con millones de seguidores. Inclusive, cuando a la larga es una opción más eficaz dirigirse a un grupo más amplio de personas con menos seguidores.
“Intentar activar a los influencers que promocionan productos y servicios puede ser la solución adecuada para las grandes empresas con una imagen de marca fuerte. Sin embargo, esta estrategia puede no ser aplicable a las pequeñas empresas”, afirma el documento.
Según Rafael Hernández, profesor del Departamento de Comunicación y Publicidad de la UPC, hay una sobresaturación de este tipo de publicidad. Sobre todo, porque las marcas se entusiasman demasiado con este método. “No utilizan el criterio adecuado, veo mucha desesperación en cuanto a quién tiene más seguidores sin pensar en otros criterios que deberían ser fundamentales”.
Al igual que otros elementos de la publicidad o el marketing, los influencers son sólo una táctica que debe seguir una estrategia de comunicación. “Si eres una marca nueva y quieres posicionarte pensando que los influencers son suficientes, no funcionará. Tiene que haber un plan detrás de todas las acciones que vas a realizar para posicionar la marca”, dice Sergio Cuervo, profesor del Máster de Marketing de ESAN.
Los mismos actores de este mercado advierten de ello, aunque las empresas empiezan poco a poco a educarse. “Ocurre muy a menudo. Quizá tu cliente ve a alguien que tiene muchos suscriptores y un gran alcance y quiere utilizarlo porque está de moda y tiene mucha publicidad.
Esta publicación fue modificada por última vez el mayo 20, 2022 8:16 pm