Las ventas minoristas son un importante indicador económico porque el gasto de los consumidores impulsa gran parte de nuestra economía. Piense en todas las personas y empresas que participan en la producción, distribución y venta de los bienes que utiliza a diario, como alimentos, ropa, combustible, etc.
Cuando los consumidores abren sus bolsillos, la economía tiende a funcionar. Las estanterías de los comercios se vacían y se hacen pedidos para reponer la mercancía. Las fábricas fabrican más aparatos y piden materia prima para otros más.
Si los consumidores se sienten inseguros sobre su futuro financiero y deciden aplazar la compra de nuevos frigoríficos o vaqueros, la economía se ralentiza. Por eso los políticos recurren a veces a las rebajas fiscales para dar un impulso a la economía. Al poner dinero en efectivo en manos de los consumidores, esperan salir de la recesión gastando. Es una medida de las ventas minoristas del mes anterior determinada por una muestra de tiendas grandes y pequeñas de todo el país. Aunque está sujeto a futuras revisiones, el mercado sigue de cerca esta cifra como indicador de la economía del país.
En realidad, el informe presenta dos cifras. La primera es la de las ventas al por menor y la segunda es la de las ventas al por menor sin automóviles, es decir, sin incluir las ventas de automóviles. El motivo del segundo índice es que las ventas de automóviles pueden distorsionar la cifra global. Ya que se trata de artículos muy costosos y también están sujetos a fluctuaciones estacionales.
Los expertos en números de Wall Street llegan a sus propias conclusiones antes de que la Oficina del Censo publique el informe, y esa cifra suele ser cercana. Sin embargo, si el “consenso de la calle” y el informe real difieren significativamente. Tenga cuidado con las reacciones bruscas del mercado, ya que lo único que no le gusta es una sorpresa.
Esta publicación fue modificada por última vez el marzo 8, 2022 8:06 pm